viernes, 19 de septiembre de 2014

Feliz Aniversario

¿Qué vi? Aún me lo pregunto. No sé exactamente ni cómo ni cuando empezó todo. ¿Quizá con aquel beso empujado por el alcohol despechada tras una traición y humillación que no merecía? eso ha quedado como un antes y un después pero quizá todo estaba latente desde mucho mucho antes... 

Flechazo no fue, a simple vista de pronto no vi nada especial, o yo no fui consciente entonces, solo una extraña tensión entre los dos pero pasó tiempo, años, hasta que me diera cuenta de lo que realmente era ese sentimiento que empezó como una atracción que me negaba y etiquetaba de buen amigo, tuvo que pasar tiempo para ver que era muchísimo más.

Quizá lo que vi era un chico que me cuidaba, me adoraba y me escuchaba. Quizá lo que encontré en él era una persona que me entendía y no me juzgaba, un punto de apoyo que a la vez, por qué no, me decía cosas bonitas. Quizá llegó en el momento adecuado, en el de la gota que colmó el vaso tras unas temporadas difíciles, tras un par de traiciones amorosas, en plena crisis personal adolescente, en pleno trastorno autodestructivo que escondía, después de varios desengaños con amigos, en pleno momento de lucha familiar contra esa maldita enfermedad de la que nadie está libre de escapar... Pero quizá estaba mucho antes también, en cada risa y coqueteo compartido, en cada juego infantil e inocente... Quizá ese momento de soledad me sirvió para verlo claro, quizá ahí, después de no corresponder a lo que él me ofrecía, vi que no estaba tan sola y que quizá no lo había estado desde que él entró en mi pequeño mundo. Me conquistó poco a poco, paso a paso y se hizo dueño de mi. Me rescató del mundo real y juntos inventamos uno paralelo en donde construir nuestra vida.

Muchos años ya de todo eso, muchos años a tu lado. Tantos que apenas tengo recuerdos de mi vida sin ti, sobretodo de los últimos diez desde aquel día mágico que empezamos a compartir muchas más cosas, a ser responsables únicamente el uno del otro. Desde entonces ya todo completamente eres tú y, aunque parezca extraño después de tanto compartido, cuando te miro aún es raro, aún bailan mariposas en mi estómago y se nubla mi cordura, aún los calores adolescentes me estremecen y aún me surge la pregunta, no solo qué vi yo exactamente para dar aquel paso sino qué viste tú para elegirme entre otras. Mi cabecita no entiende por qué yo, que día empezaste a mirarme diferente y seguiste a mi lado a pesar de mi indiferencia. No entiendo tu paciencia sin esperar nada a cambio, no entiendo como tiempo después sentías más y más y yo seguía en tu pedestal. No entiendo que viste ni que ves. Hemos hablado mucho de celos que no compartes pero es que me parece aún algo increíble despertar en ti esa cosa llamada amor. El caso es que aquí sigues, a mi lado a pesar de las cosas que han cambiado. Todo lo que empezó en un momento muy difícil aún sigue en pie aguantando las tormentas y esperando el sol de la mañana.

Ahora, tantos años después mi momento tiene algún matiz igual. Es un momento muy agridulce, por un lado el milagro de la vida que crece cada día de nuevo en mi interior. Por otro, de nuevo también, mi momento personal que empaña el resto y me hace sentir culpable por sentirlo así. De nuevo crisis "existencial", de nuevo la salud ... y yo de nuevo espero que vengas y me rescates de este mundo que ahora no me gusta ... Una fecha muy especial, el décimo aniversario con muchas ganas de hacerlo mágico, y varias ideas que iban tomando forma, al final no ha podido ser nada de lo que nos hubiera gustado y por eso te felicito, no sé si con lo que mejor sé hacer pero sí con lo que más me gusta, siendo sincera con mis sentimientos, abriendo de par en par mi corazón y dejándolo plasmado en unas letras que espero te sirvan para saber la intensidad de lo que siento. Te quiero a pesar de los pesares, te quiero como aquella adolescente que tardó en darse cuenta pero luego no sabía vivir sin ti. Gracias por estos años, gracias por lo bueno y por estar a mi lado para superar lo malo. Feliz décimo aniversario...


Te quiero mucho muchísimo y más... las palabras se las lleva el viento pero si quedan por escrito no salen volando tan fácilmente.

miércoles, 25 de junio de 2014

Y un día ...

Andas, corres, te caes, sigues, aceleras, frenas, saltas, paras, tropiezas, te levantas... y vuelta a empezar. Vas trampeando cada día para salir a flote uno más, después de cada caída no te permites respirar. De nuevo en pie con la sonrisa puesta, con la mente en positivo y vuelta a la maratón, pero llega un día en el que no entiendes el por qué, quizá incluso tampoco ha sido la caída más grande ni donde más hondo has estado pero ese día todo estalla. Tus emociones saltan en mil pedazos y debes detenerte a reflexionar, a valorar, a decidir...

Ese día debes ser más egoísta que nunca porque tú y solo tú puede remontar, el cambio solo está en ti. Y no está, como siempre has creído, en ver lo maravilloso que es todo y seguir como si nada. Está en aceptar lo que quizá no es tan maravilloso. Está en ver la realidad tal como es y si no te gusta no vale con pintarla de rosa, hay que borrarla y comenzar de nuevo el lienzo. El estado de "happiness" constante no es real y no es, como muchos piensan, una forma positiva de ver la vida, es más bien un no saber o no querer enfrentar lo que no te gusta o esconderse tras esa opción. Una opción que a menudo solo lleva a la frustración porque ese, nos guste o no, no es el mundo real. Y un día todo se tambalea y no entiendes qué ha pasado.

Ese día debes parar el mundo, sentir, respirar todo lo profundo que tu estado de ansiedad permita y ser honest@ contigo mismo y decidir. Decidir qué quieres, decidir qué buscas, decidir qué vale la pena y que no ... Pensar en ti lo primero porque si no estás bien tú nada lo estará, te lo han dicho mil veces y no quieres creerlo, piensas que con la sonrisa puesta todo irá bien. Pues a veces no, y no es ser frágil ni cobarde querer frenar, es ser inteligente. Precisamente parar, decir no y cambiar el rumbo sin esconderse es ser valiente.

Pierde unos minutos de tu tiempo, horas o incluso días en mirar dentro sin dejar de respirar porque a menudo se nos olvida, nuestro cuerpo por supervivencia ya lo hace mecánicamente pero ... ¿quieres vivir o sólo sobrevivir?

lunes, 16 de junio de 2014

A veces se me olvida

Eres lo más importante y a veces se me olvida, no entiendo ni cómo ni porqué pero me sucede más a menudo de lo que quisiera.

Sí, me equivoco. No soy una madre perfecta aunque pretendía serlo y a veces se me olvida que la perfección no existe y lo único que llega es mi amiga frustación.

Intento darte una vida mejor y a veces se me olvida que lo mejor para ti es algo mucho más simple. Un abrazo, una sonrisa o un ratito de juegos.

Quiero mejorar en muchas cosas y a veces se me olvida que lo único que me importa es mejorar como madre y así no lo estoy consiguiendo.

Intento conseguirte la luna y a veces se me olvida que algo tan simple como recogerte del cole para ti es el mayor premio.

Intento de madre modélica, trabajadora y ama de casa, estudiante y moderna, quiero ser un buen ejemplo y a veces se me olvida que lo que queda de verdad son los momentos de afecto y que tú valoras más que nada que vaya a verte actuar.

Pierdo el tiempo buscando algo más y a veces se me olvida que ya tengo lo que más quería. 

A veces se me olvidan tantas cosas... las recuerdo al ver tu carita pero a veces ya es tarde. Espero que si vuelvo a olvidar tú me hagas recordar, quiero mirar tu sonrisa y disfrutar del momento, quiero tenerte entre mis brazos y que el tiempo se detenga. Quiero aprender a que espere el mundo y no tú. 

Quiero que a veces se me olvide ser tan responsable en muchas cosas, quiero que a veces se me olvide anteponer los problemas, quiero que a veces se me olvide el resto del mundo y quedemos solas tú y yo. Quiero que a veces se me olvide que soy adulta y ser capaz de revolcarme contigo sin importar nada más. Quiero que a veces se me olvide todo lo que me preocupa y pueda ser consciente de que mi única preocupación importante en la vida eres tú.

A veces se me olvida que tengo a mi lado el tesoro más preciado, mi sueño, mi deseo, mi ilusión, mi alegría de vivir y mis ganas de levantarme, mi motivación para luchar y mi motor para continuar. 

A veces se me olvida que cuando nos damos la mano se intercambian los papeles y no soy yo la que te calma a ti tus pesadillas



viernes, 6 de junio de 2014

Tan adentro en las entrañas

A veces la angustia te quema por dentro, pero cuando empiezas a notar que te corroe las entrañas eres consciente que quizá eso sea otra cosa.... quizá rabia, quizá impotencia...
Nunca he gestionado bien esas emociones y las noto dentro vibrando con fuerza. Esa energía negativa recorre mi cuerpo soltando veneno a su paso. 

Sentirte, perdón rectifico, estar amenazada no es agradable. Esa sensación de presión encima tuyo que te va haciendo pequeñita pequeñita, ese vacío de no saber, esa pena por no entender, el dolor de la injusticia, el peso de la indefensión, la amargura de la traición... sentir (hablo de sensación que no digo que sea realidad) que el mundo te pisa y no hay forma de defenderse, solo levantar la cabeza y seguir caminando intentando hacer caso omiso a lo que te rodea y buscando desesperadamente una salida a ese momento, a esa situación, a ese lugar. Estar perdida desde siempre buscando tu sitio no es fácil y si lo que se vive a tu alrededor también se ha deteriorado aún más la desesperación aumenta.

Vas abriendo puertas y ventanas a tu paso pero no ves el camino correcto a seguir así que las cierras y sigues en el camino marcado, ese que no te llena, ese que te hace sufrir, ese que ya no es válido porque ya no te da ni la estabilidad que antes te compensaba. 

No es fácil acostarse cada noche con una pregunta en la cabeza y no tener la respuesta mientras todas esas sensaciones negativas que he descrito se apoderan más y más de ti y tú aún te hundes más sabiendo que no debes permitirlo y sabiendo que tienes derecho a soñar y a querer encontrarte por muchas responsabilidades que tengas porque cumplir con ellas a toda costa no es la solución, si no puedes estar al 100% no es la solución.

Tienes derecho a sentir, tienes derecho a soñar, tienes derecho a elegir... a veces en la balanza el platillo de la responsabilidad no puede superar el de los sueños y el derecho a vivir tu vida.

Nadie dijo que fuera fácil...



viernes, 25 de abril de 2014

Déjame sin dejarme

Déjame correr por la arena queriendo atrapar la brisa, 
queriendo escapar de las olas. 

Déjame mirarte mientras desapareces a lo lejos, 
hasta que no me alcance la vista. 

Déjame en este silencio que quiero oírlo sola. 

Déjame soñar que vuelo y que soy libre, 
pero que sea solo un sueño. 

Déjame caer despacio y tumbarme sobre el suelo 
húmedo de lágrimas, de sal, de miedos. 

Déjame recordar las risas una y otra vez, deja que retumben 
en mi cabeza cómo si fuera nuestro presente. 

Déjame si juego a recoger conchas y las coloco junto a mi 
colección de sueños. 

Déjame si un día creí en un cuento.

Déjame pensar que fui importante, tan importante 
como para mi fue.

Déjame creer que ese beso será eterno, déjame sentir 
una vez más esa caricia.

Déjame rezar para que te des la vuelta y corras hacia mi.

Déjame aquí sentada mirando el horizonte y sintiendo 
envidia de su relación con el mar.

Déjame leer una y otra vez aquella carta que escribiste.

Déjame que pinte de nuevo en la arena el corazón que 
la marea se llevó.

Déjame poner por última vez nuestros nombres en el interior.

Déjame pensar que aún te gustan mis cursiladas, mis 
post-it en la puerta o al lado de la almohada.

Déjame acostada en la arena mientras veo las nubes
 pasar y preguntarme si al final se detienen.

Déjame pedirte solo una cosa más...

Déjame hacer todo esto pero tú a mi no me dejes.


jueves, 17 de abril de 2014

Punto y ...

Punto y final a una etapa. Punto y aparte en el camino de la vida. Cerramos una puerta y abrimos otra nueva. Sustituir una llave por otra en el llavero es fácil, en el corazón no tanto...

Sentados en el bordillo, entre aquellas casas que entonces habían, mirábamos la fachada jugando a adivinar cual sería la ventana y si algún día llegaríamos a abrirla. Aún sin haber entrado creo que supimos que era el elegido y nos bastó cruzar la puerta para confirmarlo. Esa sonrisa nerviosa de saber que ése era se dibujó en nuestro rostro y nuestras miradas se buscaron cómplices para confirmar en el otro ese sentimiento que de pronto nos embriagó. Éramos jóvenes, muy muy jóvenes, y no fue fácil. Sacrificamos mucho y luchamos por nuestro sueño, quizá en el proceso nos equivocamos alguna vez y nos engañaron también. Lo sé. Pero era nuestra decisión, nuestro futuro, nuestro camino y decidimos empezarlo ahí. Pasaban los días y tuvimos que ver como se nos pasaba el momento de hacer tantas cosas, cosas que no volverán, años que volaron y experiencias que no fueron pero valió la pena. No tuvimos suerte, como ésos que se gastaban el sueldo en fiestas y alcohol y coches nuevos se empeñaban en decir. Tuvimos capacidad de sacrificio y estoy orgullosa de ello. Perdí unas cosas pero gané muchas otras. 

Esos momentos, esos días, eran los cimientos de lo que hoy tenemos. Esas cuatro paredes han visto mucho. Nos han visto crecer como pareja y por supuesto como familia pero también como personas. Han visto nuestros triunfos y nuestros fracasos. Nuestras risas y lágrimas, las crisis y la superación, la abundancia y la estrechez. Caernos y levantarnos, a veces solos a veces de la mano. Han sido cómplices de nuestros secretos y nuestros planes, de nuestros deseos y nuestros sueños. Un refugio, un hogar...

En trece años todo ha cambiado. Lo que encontramos no es lo que ahora dejo. El entorno también cambió y por supuesto las personas no son las mismas. Quizá sí con las mismas ganas e ilusiones y además con la cabeza muy alta y orgullosas de lo logrado en el camino hasta aquí recorrido, quizá también con miedos. Miedo al cambio, a equivocarse y a lo nuevo pero como entonces hicimos volveremos a aprender de cada paso que demos juntos.

Es una extraña sensación, la balanza equilibrada sin saber hacia donde decantarse. En un platillo la ilusión por lo que llega, en el otro la nostalgia por lo que se va. Quizá desde fuera sea fácil inclinarse, desde fuera siempre lo es, pero lo vivido y disfrutado, lo sufrido y lo aprendido pesa mucho y decir adiós y dejar atrás todo eso tiñe de un sabor agridulce estos momentos. Por supuesto me quedo con la ilusión y los nuevos retos, con avanzar y seguir aprendiendo, con mejorar y luchar para ello; lo hago voluntariamente y eso lo valoro y agradezco la suerte de poder elegir pero en mi corazón queda guardadito en un rincón muy importante todos y cada uno de estos momentos que he vivido durante 10 años. 

Un buen año, una bonita cifra para volver a empezar.





miércoles, 16 de abril de 2014

Quizá



Quizá sí, quizá no. 

Quizá un día lo encuentre o quizá un día me de cuenta de que ya lo tengo.

Quizá sonreir no baste o quizá sea la solución a todo.

Quizá lo que hoy no se ve mañana sea algo importante. 

Quizá este no sea el camino correcto o quizá es necesario que sea tan largo para llegar a mi destino en el momento oportuno. 

Quizá no esté preparada para algunas cosas y quizá por eso no llegan. 

Quizá no tengo claro lo que quiero y, mientras, la vida espera o quizá la vida sigue igualmente y las cosas pasan por mi lado. 

Quizá sea esto último lo más coherente. 

Quizá lo que más conviene no sea lo mejor, quizá lo mejor es vivir lo que tienes. 

Quizá el gris no están feo si sabes como combinarlo con una sonrisa.

Como dice mi amiga: ya se verá. Quizá y solo quizá...

lunes, 14 de abril de 2014

TCA

Quiero escribir abiertamente y por primera vez en mi rincón de este tema. Ha sido un tema un poco tabú para mi y mi entorno, me he avergonzado de ello y lo he explicado con cuentagotas. Ahora me siento fuerte para hablar públicamente y me da igual quien lo lea o no, es parte de mi historia y creo que puedo ayudar si lo explico. Si lo oculto sigo haciendo lo que hice: esconder. Voy a rescatar un post que publiqué hace un par de meses en otro blog donde sí lo hablo, un blog de los transtornos y por eso allí lo hacía....

Este tiempo de tratamiento me ha servido para aprender mucho de los TCA y para darme cuenta de lo poco que se sabe sobre ellos. La gente tiene una idea muy equivocada y muchas ideas preconcebidas. Por eso hoy me ha apetecido contar que es un Transtorno de la Conducta Alimentaria, no la definición, no los tecnicismos, explicar el mio desde mi experiencia. Te preguntan, en mi caso, “¿pero eso que es? ¿que no quieres comer no? ¿que cuando comes vomitas verdad? …etc.” y enseguida ponen etiquetas dependiendo del físico; anorexia, bulimia, trastorno por atracón (conocido como comedor compulsivo aunque sin pensar que es una enfermedad) … da igual, son diferentes caras de la misma moneda. Cambian los síntomas pero el fondo puede ser el mismo. Incluso en muchos casos es difícil poner una sola etiqueta, cuando se lleva media vida sufriéndolo se llega a pasar por todos, cada uno puede llegar como consecuencia del otro… otro motivo más que explica la dificultad de su diagnóstico, que hace que la gente no se de cuenta de que quien tiene al lado lo está sufriendo porque como no puede encasillar ese comportamiento a la idea que tiene o el físico que se supone debe tener tampoco corresponde pues no ven las señales de alarma. Solo puedes sufrir un TCA si estás esquelética, o corres al baño tras ingerir algo o bien, esto últimamente porque antes no estaba considerado como tal, comes mucho (el caso que aún menos se asocia a un trastorno, y que si la persona tiene sobrepeso se tacha de gula, obesidad, glotonería…). Pues no, el físico no es el indicador de un TCA señores. Ese es un gran problema que dificulta su detección. Una persona en normopeso puede estar sufriendo un trastorno alimentario.

Algo que puede parecer tan superficial como la excesiva preocupación por el físico y la comida es solo la punta del iceberg, es lo que se ve desde fuera pero si profundizas siempre hay más escondido. “Niñas tontas que solo se preocupan de su cuerpo” he tenido que escuchar en alguna ocasión y morderme la lengua, bueno eso y otras tantas y tantas cosas. Pues no, eso también lo niego, eso no es el verdadero problema.
Tras un TCA se esconden muchas cosas, dependiendo del trastorno y la persona puede haber matices pero a rasgos generales, aunque cambia el síntoma, la base es la misma. Tras un TCA hay una muy baja autoestima y necesidad de aceptación y aprobación, inseguridad, una gran autoexigencia, perfeccionismo y autocrítica que lleva a no valorarse ni reconocerse nunca los éxitos ni las virtudes, necesidad de controlarlo todo (y de ahí el control con la comida y el peso, la “tranquilidad” de tener algo que controlas tú), aguantar demasiado y no saber decir no, no tolerar la frustración que muchas veces tú mismo te creas poniéndote metas inalcanzables exigiéndote por encima de los límites normales, entrar en el círculo vicioso de blanco/negro o todo/nada (si no es perfecto es una mierda, expresión típica). El peso, la comida, el físico es parte del afán de control y es la manera de tapar el resto de problemas. Es curioso como no nos damos cuenta pero es un mecanismo de defensa aprendido que salta si algo no va bien. Para esto es importante la terapia grupal o individual, da igual. Ahí consigues analizar y ver porque ese día te veías peor, o porque de pronto tu cuerpo no era capaz de ingerir nada o al contrario, aparece un “hambre” (ansiedad) descomunal … Es algo que cuesta ver y sobretodo trabajar y cuando lo consigues lo ves claro. Yo ahora sé que no me gusta mi cuerpo, que aún me avergüenza un poco pero si tengo un problema primero me centro en ello para poder resolverlo y el físico pasa a segundo plano. Pero no es fácil y menos cuando estás completamente metida en el TCA porque entonces aunque intentes verlo no puedes. Es característica también la distorsión de la imagen corporal, algo que me impactó mucho descubrir que sufría y que aún hoy no entiendo. No comprendo como la mente es capaz de crear esa realidad paralela que nos ciega… No comprendo como veo a los demás tal cual son y mi imagen no se corresponde a la realidad. Es difícil de entender y muy duro, para mi el momento más duro del tratamiento porque te hace dudar de todo tu mundo. Si lo que veo no es real ¿como sé lo que sí lo es? Es una sensación muy angustiosa, un miedo inexplicable, un descontrol, una sensación de locura…
Es algo muy complejo en donde influyen muchas cosas. La alimentación, el peso y el físico es lo que vemos y es lo que se empieza a trabajar para salir de ese pozo pero hay mucho más trabajo. Hay que tener en cuenta también importantes factores sociales, educativos, familiares … suele haber algo que desencadena el trastorno pero es la suma de muchas cosas aprendidas y te lleva a una vida de sufrimiento, de mentira, de dolor, de dejar de hacer cosas, de esconderte en ti misma, que va hundiéndote cada día un poquito más…
Tengo tantos recuerdos en mi cabeza, tantas sensaciones, tanta lucha que quieren salir pero que no sé como ordenar ni como contar, tampoco creo que ejemplos concretos sean del interés de nadie; solo pretendo dirigirme en este caso a las personas que están alrededor del enfermo. Nosotr@s podemos llegar a entender lo que nos pasa pero muchas veces no somos capaces de explicar en que consiste todo esto y aunque lo hagamos la sociedad no está preparada para entenderlo. Solo pido que no se juzgue, solo pido un poquito de paciencia y empatia hacia esa persona que quizá cada vez que nos rechaza es que está sufriendo mucho en ese momento, solo quiero que no nos quedemos en la idea del problema superficial y se intente ayudar de verdad a esa persona, solo me gustaría que sobretodo por esas pequeñas personitas que están creciendo y son futur@s adolescentes aprendamos a alimentarnos sanos sin pensar en calorias ni michelines ni bikinis, solo deseo que no se etiquete a nadie por su físico, solo me encantaría que las personas tuvieran las mismas oportunidades independientemente del físico. Quizá esté pidiendo demasiado, ojalá un día sea lo normal

He leído una frase que me ha impactado “Tu problema es que quieres que sea perfecta, el mio pretender serlo”


viernes, 11 de abril de 2014

Meme


Un ángel.  Eso era, eso fue. Así la conocimos y así quisimos decirle adiós, con esa etiqueta de ángel. No me gusta etiquetar a las personas pero ésta se la ha ganado a pulso y comparto que se la pusieran, no se podía decir otra cosa en su despedida.

Señora de los pies a la cabeza. Empezando, que es lo que se ve, por su vestimenta impecable y el esmalte de sus uñas. La sombra en sus ojos y su peinado perfecto. 
Siguiendo por sus formas educadas, sus costumbres tradicionales aunque avanzada a su época, su respeto infinito, su devoción a su gente, la entrega a su familia.
Y acabando por esa sonrisa y ese corazón que se salían de su cuerpecito. Bondad y dulzura toda ella. Nunca nunca tenía un mal gesto, incluso en la locura de su enfermedad ese genio que sacaba no tenía ninguna maldad. Desprendía alegría a su alrededor, no sé cuanto ha sido de feliz en su vida pero parecía que era la más feliz del mundo. Derrochaba sonrisa, risas y carcajadas de esas contagiosas que acaban en lágrimas sin freno.

Señora en su casa como la época exigía pero podria considerarse rebelde en muchas cosas. Inquieta y trabajadora que buscaba su espacio y su tiempo rompiendo algunas reglas que otras no se atrevían. Una mamá y una abuela "tradicional-moderna", una combinación extraña que quizá ayudaba a hacerla tan especial.

Lamento lo injusto a veces de la vida que no la dejó disfrutar de eso que tanto y tanto anhelaba, de eso con lo que tanto soñaba: una niña en la familia. Cuando llegó ya no pudo ser consciente de ello pero podemos pensar que en su mundo y a su manera sí la disfrutó. Su cara se iluminaba al verla igual que a la pequeña al verla a ella. Vivió feliz hasta el último momento y, a pesar de una enfermedad tan triste de la que todos nos hemos quejado, quizá no haya sido tan malo para ella y haya sido su forma de escapar a cosas que quizá sí que la hubieran hecho sufrir. No ha sido consciente ni para lo bueno ni para lo malo así que quizá en el fondo no han sido unos años malos para ella. No lo sé, como no lo sabremos es lo que yo quiero pensar: que vivía en su mundo feliz sin darse cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor, de quienes empezaban a faltar y de si misma y esa otra enfermedad que avanzaba dentro. 

Ahora nos queda el recuerdo de esa eterna sonrisa, de esa dulzura especial, de ese aura que desprendía.

El día que nos dijo adiós el cielo de la ciudad lloraba su marcha.  El dia que le dijimos adiós nosotros el cielo estaba radiante. A donde quiera que iba tenían una sonrisa esperando al ángel que llegaba.



jueves, 27 de marzo de 2014

Decide

Decidimos todos los pasos que vamos dando. No somos conscientes de ello y siempre echamos la culpa a la vida, a los demás, a cualquier cosa de todo lo que nos pasa. Realmente a veces es así; hay cosas que se escapan a nuestro poder, que no dependen de nosotros y contra lo que cuesta un poquito luchar. O mucho. Pero también es verdad que muchas veces viene derivado de pequeñas cositas que hemos ido decidiendo y no nos damos cuenta. Desde que abrimos los ojos al despertar ya estamos marcando nuestro camino, incluso desde la noche anterior cuando programamos el despertador. La simple decisión de levantarnos cinco minutos antes o después ya marca nuestro día. De ello depende la gente con la que te vas a cruzar por la calle, el vagón de metro en el que vas a subir, si vas a levantarte tranquilo y relajado y vas a poder disfrutar del trayecto o bien tu día ya empieza como una carrera de obstáculos. No creas que todo va a ir sucediendo igual pero más tarde, el tiempo no va a transcurrir de forma proporcional. Cinco minutos de más en la cama no tiene porque ser llegar solo cinco minutos más tarde a cualquier sitio. Quizá en ese período de 300 segundos varía la frecuencia de llegada del metro o has perdido el tren que debías coger y el siguiente pasa bastante rato después. Incluso si vas en coche o moto depende como encuentres el primer semáforo en tu camino puede cambiar las paradas que tengas que hacer hasta llegar a tu destino. Fíjate, una elección aparentemente tan absurda, todo lo que conlleva. Pues así cada pequeño detalle. 
Todas y cada una de las cosas que hacemos vienen precedidas por decisiones a menudo inconscientes. ¡Tenemos un poder tan grande en nuestras manos! y en absoluto lo valoramos. Creo que no queremos hacerlo porque tomar decisiones tiene repercusiones y pueden no ser tan buenas como nos gustaría y eso asusta. Hablamos de lo que nos querríamos que pasara o quisiéramos tener pero no queremos pararnos a pensar que mucho de eso depende de nosotros. Tener el poder de decidir sobre nuestra vida en el fondo da miedo. Es una grandísima responsabilidad y las responsabilidades a menudo no nos gustan, supongo que por el motivo que comenté antes, es más fácil echar la culpa a los demás que tener el peso de una mala decisión en nuestra consciencia toda la vida.Ahora la pregunta sería ¿hay malas decisiones? quizá no. Cada cosa hay que valorarla en su momento si no no tiene sentido. Quizá un día mires atrás y creas que aquello lo podías haber hecho de forma diferente pero ya sabemos que a toro pasado... no vale la pena recrearse en eso, es como pensar : ¿y si?. Pues, si lo que fuera, quizá tampoco hoy tendría sentido. Nunca lo sabrás. Solo sabes lo que hay ahora, solo sabes lo que ahora necesitas y lo que ahora te puede hacer feliz, el mañana ya vendrá. No tienes el poder de saber como será tu futuro dependiendo de la decisión que tomes hoy, solo tienes el poder de tomar decisiones. El futuro está en tus manos pero empieza por tu presente.

lunes, 17 de marzo de 2014

Proyecto Corre

Nos pasamos el día corriendo. Corremos desde que nos levantamos hasta el momento de volver a la cama deseando cerrar de nuevo los ojos y poder desconectar unos instantes. Corremos para vestirnos y preparar el inicio de la jornada, corremos para llevar a los niños al cole y de camino al trabajo, allí corremos también para llegar a todo lo que se nos exige. Comemos corriendo y corriendo recogemos para volver a casa. Corremos para ganar al bus y llegar antes que él a la parada, corremos hacia el metro entrando en la estación o corremos para luchar por el único taxi y si vamos en nuestro coche aún corremos más para encontrar aparcamiento. Pero no eres el únic@, todos corren por ese sitio tan cotizado, la "ley de la jungla" dice mi marido. Incluso para los momentos de ocio o fuera de rutinas corremos también: empieza la sesión del cine, tenemos reserva en el restaurante, tengo hora con el dentista, la peluquera o la clase de yoga ... Ahora podemos correr también para luchar por algo que no debería existir. Todas las enfermedades son injustas pero si las padecen los niños no tiene ni nombre. Cada día muchos niños luchan contra la leucemia infantil y tú puedes ayudar a que esa carrera sea más fácil si existen proyectos para la cura de la enfermedad. En #blogentrecienmil también corren esta carrera y te agradecerán tu participación. Yo ya tengo mi dorsal ¿y tú? porque correr ya lo hacía, ahora lo hago por un motivo...





http://www.unoentrecienmil.org/proyecto-corre

martes, 11 de marzo de 2014

Dedicado por desgracia a demasiados....

Hay cosas que no se olvidan. Hay cosas que suceden pero nunca pasan, se quedan ahí dentro en el corazón, grabadas en lo más profundo del alma. Hay cosas que duelen demasiado y marcan para siempre. Un día se va y no vuelve, un día todo se apaga y en su lugar se encienden velas y más velas intentando iluminar un camino de vuelta. Pero no hay marcha atrás. Se marchó y no lo entiendes, lo sé, yo tampoco. Hay tanto que se nos escapa...Cerré los ojos y al abrirlos todo estaba negro, tu sonrisa se desvaneció y no pude verla más. Tengo mil preguntas que me rondan y sé que no tienen respuesta, no tienen una razón. Es un sinsentido, dolor y más dolor, el dolor gratuito que no tiene un por qué; si lo sabes explícamelo porque yo no lo puedo comprender. Tanta maldad no tiene cabida en mi entendimiento, ahora solo hay sitio para lágrimas y más lágrimas. Salen a borbotones y ese nudo en el pecho que cada vez apreta más. Pasa el tiempo y sigue sin tener explicación, sigue quemando dentro. Ni las velas ni las flores sirven para paliar ese dolor. El dolor del fin...Todos los finales son tristes pero hay algunos que no deberían estar permitidos. El guionista de la vida no entiende de sentimientos porque no se puede ser tan cruel. Pero así es, llega alguien o algo que se cree con derecho a arrebatar sonrisas y lo consigue... Lo que no pueden quitarnos es el recuerdo....


sábado, 1 de marzo de 2014

Pasa el tiempo y pasa la vida

El tiempo. Y no sé lo que es ¿eso que pasa mientras vivimos? o ¿es la vida la que se va mientras pasa el tiempo?. Hablamos tanto y tanto del tiempo, lo sobreestimamos, lo buscamos, lo nombramos continúamente, lo necesitamos, lo esperamos y realmente valoramos muy poco que ya lo tenemos y se nos va escapando mientras buscamos más...

Perdemos el tiempo necesitando más tiempo... la frase más escuchada "no tengo tiempo" "necesito tiempo" "el día tendría que tener más horas". Pues no es la solución, por más horas que tengamos no significa que tengamos más tiempo ni de más calidad. Solo serían más horas para seguir lamentando el poco que tenemos. Lo pedimos sin pensar que ya lo tenemos. Lo esperamos sin disfrutarlo. 

Cada día que se pasa es tiempo que no vuelve, es vida que se fue y no sabemos valorarlo en el momento. Nos damos cuenta tarde y ese ya no existe, quedó atrás imposible de recuperar. Lamentar el tiempo perdido y desear el que llegará sólo sirve para que el presente mañana sea de nuevo ese pasado perdido.

Aquí y ahora, es el único tiempo que vale. Es el único que podemos disfrutar. Solo este es el que podemos vivir plenamente. Uno pasó y el otro ya llegará y entonces será ahora también. A por éste.

jueves, 20 de febrero de 2014

Volando

Y volé... desperté en mi cama y miré al horizonte dejando volar mi imaginación. Llegué de nuevo a aquel lugar en donde un día la luna nos bañaba y me hacías sonreir, en donde las cosquillas de mi estómago eran más fuertes que las mariposas de las que solemos hablar. 

Y volé de nuevo... miro a mi alrededor y veo tus ojos que me observan, me siento pequeña e insignificante ante su poder pero a la vez tan grande e importante que no sé describir ese sentimiento. 

Vuelvo a volar... y me poso en aquella playa y allí, tumbada bajo el sol con la brisa acariciando mi cuerpo y las olas jugueteando a mojarme los pies, sueño con ser libre y me dejo llevar y llevar... 

Y sigo volando... otro paisaje diferente; un espeso y frondoso bosque se abre ante mis ojos y corro a través de él buscando una salida pero sin miedo, sin agobio. Busco la luz pero disfruto de la carrera. Las hojas del camino se rompen bajo mis pisadas y ese sonido me gusta y me hace sonreir. Llego a un claro y vuelvo a volar... 

El viento susurra en mi oido y despeina mi pelo y, mientras, respiro hondo ante tanta inmensidad que quisiera coger de un abrazo. No puedo abarcarlo así que decido sobrevolarlo. 

Y vuelo hacia no sé donde pero veo su carita a lo lejos y recuerdo cada caricia secreta, cada momento único, cada sensación irrepetible de aquellos primeros días, cada gesto de complicidad y cada necesidad mútua de mirarnos y sentirnos. Horas y horas compartidas, solas nosotras y el mundo fuera sin importarnos, la vida ahí dentro entre tú y yo, esa magia... y no quiero seguir volando, quiero quedarme para siempre en ese momento, en esos días...


sábado, 8 de febrero de 2014

Otro poquito más de mi

A veces necesito recurrir a las letras, justo a veces también cuando más las necesito, como hoy, es cuando no hay forma de que salgan. Si no escribo leo y quizá hoy la melanacolía sea la que me ha llevado a leer cosas que había escrito antes. He cogido mi ya famoso "libro" del que tanto hablo y después de pasar varias páginas he decidido que quería compartir algún trocito más... 


 He decidido explicar mi día a día desde ahora pero tendré que volver al pasado en más de una ocasión. Ayer, de pronto, tras salir de mi sesión individual con la psicóloga, me apeteció mucho escribir y esta idea se cruzó en mi mente. Hace algo más de 12 horas y no puedo esperar para empezar. Quería comprarme una libreta bonita, especial, entrañable, de esas que cuando la vea años después me apetezca abrir y leer pero no encontré nada que me gustara lo suficiente, así que aquí estoy en el metro de camino al trabajo escribiendo en un trozo de papel que llevaba en el bolso. No puedo esperar, ya veréis que la paciencia una vez tomada una decisión no es una virtud mia. Empezaban a agolparse ideas que tenía que plasmar ya.
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Aquí estoy dolorida, cansada, muerta de sueño y agobiada por varias cosas pero escribiendo con muchísimas ganas. Detrás mio, en el sofá, está mi marido diciéndome contínuamente que me acueste ya, que no entiende como estoy tan cansada y no aprovecho para irme a dormir. Eso mismo le pasaba a mi madre en mi adolescencia cuando no podía parar de leer. Será que las letras me hacen perder la noción del tiempo. O quizá es porque este y sólo este es mi momento...


Bonita frase ¿preludio de mi blog?


lunes, 3 de febrero de 2014

Y llegó

¡Cómo puede cambiar todo en un solo instante! cuando parece que todo está estancado y avanza más lento de lo que quisieras, cuando crees que es díficil encajar tantas variables sueltas que van entrelazadas pero independientes y necesitan una de la otra para poder seguir, cuando tienes tantas dudas aún por resolver que no ves el final entonces, de pronto, sin saber cómo se reúnen todas las condiciones necesarias para poder seguir adelante con eso que veias aún tan lejano. No sé muy bien si se alinean los planetas, no entiendo todas esas señales, pero sin dar tiempo a digerirlo se van resolviendo una a una todas las incognitas. TODAS. Ni una ni dos, todas. Increible pero cierto. Se han puesto de acuerdo para que suceda eso que tanto esperabas y entonces no sabes como sentirte. Un cúmulo de nervios y preocupaciones salen de pronto, alegría a raudales también. No sabes muy bien que pesa más. Es lo que querías, es lo que esperabas pero de pronto te invade el miedo ¡¡socorroooooo!! ¿qué estoy haciendo? ¡¡madre mia, vaya lío!! dudas, dudas y dudas... esas que ya creías solucionadas vuelven a la carga cuando se acerca el momento. Quizá lo veías tan lejano, tan difícil, tan imposible que era más fácil de llevar esa emoción por lo que vendrá. Ahora ya es una realidad, ahora tienes el cambio al alcance de tu mano y te tiemblan las piernas a la vez que esa risa nerviosa ilumina tu rostro y esas lágrimas por lo que queda atrás inundan tus mejillas.

domingo, 26 de enero de 2014

Quizá un día lo acabe

Así empecé un día, hace un tiempo ya, lo que quería que fuera mi libro, mi historia. Como comenté al inicio del blog este intento de libro se quedó a medias, una vez me quedé sin fuerzas... de momento sigue parado pero os dejo un trocito de esa historia que, quien sabe, quizá algún día me anime a continuar....
Así empezaba, tal y como lo plasmé entonces:

Me llamo "SallySu", tengo 31 años y soy... Mi libro podría empezar acabando la frase de diferentes maneras, por suerte o por desgracia.
Pensareis que es la típica frase de película americana de una persona que se sienta con otras y suelta su problema esperando ayuda. Me vienen a la cabeza "Ejecutivo agresivo" o "Cuando un hombre ama a una mujer", ésta última más dura, pero todas esconden unos problemas a superar. También me acuerdo del título de un libro, "Me llamo Marta y soy fibromialgica", que me leí hace unos años cuando me la diagnosticaron.
Bueno, pues volviendo al inicio, esa típica frase yo también la solté esperando ayuda...
No tengo aún muy claro que significará este libro, bueno esa palabra aún es demasiado grande, no sé qué pretendo con él, que sea mi diario, mi forma de desahogarme, mi momento del día, que sirva de ayuda a otras personas que viven o están sufriendo situaciones parecidas o simplemente a quien quiere leer cualquier cosa ... Quizá solo quiero plasmar mi testimonio, todas y cada una de mis vivencias, sufrimientos y alegrías para el día de mañana leerlo y poder sentirme orgullosa. Porque yo no quiero olvidar, nada, ninguna situación, momento o problema. Quizá huberia preferido que no hubieran ocurrido pero olvidarlo no. Cada una de esas lágrimas, cada experiencia,cada sonrisa ha marcado mi camino, me han guiado en este mundo y han hecho de mi lo que soy ahora, mejor o peor no sé, pero soy yo. Bueno, cuando alguien lea estas palabras, si eso ocurre, seré yo. Espero que un poco cambiada respecto a ahora, en muchas cosas. Ahora aún no sé muy bien como soy. Estoy empezando esta andadura que va a ser el hilo de este libro para saberlo, para conocerme, corregirme o aceptarme y quererme. Creo que escribirlo todo me va a ayudar. Aquí empieza mi historia, a tres días de mi sexto mesario de una fecha que marcó un antes y un después, el día que empecé terapia de grupo por Transtorno de la Conducta Alimentaria.
Bueno quizá este nuevo camino empezó antes, no sé, ya lo iré explicando...

sábado, 25 de enero de 2014

Nuevo descubrimiento fibromialgia

Un paso más en la investigación de esta enfermedad. Parece que por fin se van averiguando cositas, parece que por fin se lo creen y valoran la cantidad de enferm@s que hay para empezar a estudiar sobre el tema.
En el siguiente enlace se explican los resultados de un estudio a cargo del Centro Nacional de Información Biotecnológica (NBIC) de los Insitutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos.:


Se descubre causa real de la fibromialgia


No entiendo muy bien esta noticia pero solo soy una enferma más, espero que sea importante para los médicos que nos tratan y les den una pista de como hacerlo

El sol siempre vuelve a salir

¿Alguna vez has sentido las ganas de dejar lo que estás haciendo y echar a correr? ¿Has pensado en esconderte del mundo? ¿Has notado la sensación esa de que no quieres ni que te hablen porque parece que nadie entienda lo que te pasa y no te apetece lo más mínimo explicarlo? ¿Quieres gritar “Que paren el mundo que yo me bajo!!”? ¿Miras a tu alrededor y solo sientes ahogo?
Pues yo sí te entiendo perfectamente. Quisiera aislarme de todo y dedicarme a respirar, lentamente, sólo eso. Eso que día a día no podemos hacer; eso y todas esas cosas que no nos permitimos, que tanto necesitamos y apenas valoramos, esos detalles que la vida que llevamos no nos permite apreciar y en momentos de bajón no conseguimos ver ni tampoco nadie sabe ayudarnos a que lo hagamos...
Un día hablé del sentimiento de sentirse sola entre mucha gente, pues esto es algo parecido. Justo ese día que echarías a correr quizá estés más sola que nunca, nadie empatiza con ciertas emociones, se limitan a soltar una tontería que te deja por los suelos y no le dan la más mínima importancia a lo que pasa. Es como solo ver la paja en el ojo ajeno, lo mismo. Ayer se te acababa el mundo por esto mismo pero si me pasa a mi es una tontería. Da igual, en esos momentos de querer huir tampoco tener alguien que nos consuele es un alivio. Únicamente quieres eso, correr, correr y correr y esperar que salga el sol al día siguiente.
Eso es lo bueno y lo mágico; pase lo que pase, el sol vuelve a salir.