miércoles, 22 de julio de 2015

El sentido de mi vida

Te miro y aún me emociono como la primera vez que te vi, como la primera vez que vi a tu hermana, como una primeriza de nuevo porque con los siguientes hijos tienes experiencia en muchas cosas y vas de vuelta de todo en otras pero respecto a sensaciones y sentimientos cada vez es como la primera vez. Todos los momentos compartidos saben a poco, a pesar del cansancio, a pesar de la necesidad de un ratito de tener tu espacio a pesar de todos esos "daños colaterales" o pequeños sacrificios vale la pena porque, por mal que esté, sin todas estas cosas se puede vivir pero sin tu sonrisa, sin vuestra sonrisa mi vida ya no tiene sentido.
Hace un par de días habría vuelto a trabajar si no fuera por las vacaciones que tengo pendientes o la lactancia, hace un par de días hubiera vuelto a pasar el mal trago que pasé una vez, ese dolor en el pecho que solo entiende una madre trabajadora. Y me parece tan injusto... Por una parte pienso que el tiempo vuela y te estás haciendo mayor, que ya han pasado 16 semanas desde que pude descubrir tu carita real y por otro que aún eres tan pequeñito y me necesitas tanto y yo te necesito tanto a ti... Aún no sabes dormir, aún las noches son en vela, aún tu alimentación depende de mi, aún necesitas de mis brazos para tu consuelo... Solo puedo pensar lo injusto que es, las pocas ayudas o escasa flexibilidad que tenemos en este país con la conciliación laboral y familiar y si a algo tan básico y necesario como la natalidad y la familia se la da tan poca importancia qué podemos esperar del resto...
Me ha sabido a poco lo que he disfrutado de ti, tu hermana también me necesita y no he podido dedicarte todo el tiempo que quisiera para conocerte, para conocernos.. Por otro lado gracias a ella he podido vivirlo con otro sentimiento. Ella me empezó a enseñar la lección y contigo he acabado de aprenderla: aquí y ahora. Y nada más importa