Pienso en cómo te debías sentir, intento sentir lo que debías pensar pero por mucho que me esfuerce en recrear aquellos días nunca podré saber qué pasaba por tu cabeza y tú corazón ese día que tuviste que huir sin mirar atrás dejando una familia con mil dudas y preguntas sin respuestas, tantos corazones rotos que nunca volverían a estar completos del todo.
Cómo llegaste, por dónde cruzaste pueblos y montañas quién sabe si corriendo o de polizón en algún vagón lleno de almas que buscaban nuevos horizontes. Tú no aspirabas a tanto, una vida mejor era mucho pedir y sabías que, separado de los tuyos, nunca podría serlo. Simplemente querías mantenerte vivo, la supervivencia decidió por ti y el destino de toda tu familia quedó marcado por ello. No sabemos que hubiera pasado si todo hubiera sido diferente, si algo hubiera sido diferente. Fue duro para ti, para ella, para ellos... solo de pensarlo ahora es difícil para todos nosotros. Es un árbol con raíces sólidas arraigadas en tierras diferentes, un gran árbol con muchas ramas que han vivido dos historias paralelas. Una parte significa el pasado, las verdaderas raíces puras que se quedaron aquí ancladas, quizá con la sensación de abandono, quizá con la tristeza de unos años grises, rememorando continuamente esa historia que es la historia de un país y te obligan a estudiar en el colegio. Una época grabada en nuestra piel que se recrea en muchos pueblos y familias. La otra parte por un lado es la nueva vida y la esperanza, por otra el desarraigo de sentirse lejos de su sangre. Nueva cultura y nuevos caminos siempre con el corazón puesto a muchos kilómetros de su día a día.
Me encantaría pasear por ese pueblo y varios de la zona dónde están nuestras raíces y respirar ese aire, observar esos paisajes que saben de tantos secretos, imaginar cómo fue todo 80 años atrás ... tantas historias que contar y entre ellas la nuestra ... nunca sabremos lo distinta que hubiera sido la historia
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