lunes, 3 de febrero de 2014

Y llegó

¡Cómo puede cambiar todo en un solo instante! cuando parece que todo está estancado y avanza más lento de lo que quisieras, cuando crees que es díficil encajar tantas variables sueltas que van entrelazadas pero independientes y necesitan una de la otra para poder seguir, cuando tienes tantas dudas aún por resolver que no ves el final entonces, de pronto, sin saber cómo se reúnen todas las condiciones necesarias para poder seguir adelante con eso que veias aún tan lejano. No sé muy bien si se alinean los planetas, no entiendo todas esas señales, pero sin dar tiempo a digerirlo se van resolviendo una a una todas las incognitas. TODAS. Ni una ni dos, todas. Increible pero cierto. Se han puesto de acuerdo para que suceda eso que tanto esperabas y entonces no sabes como sentirte. Un cúmulo de nervios y preocupaciones salen de pronto, alegría a raudales también. No sabes muy bien que pesa más. Es lo que querías, es lo que esperabas pero de pronto te invade el miedo ¡¡socorroooooo!! ¿qué estoy haciendo? ¡¡madre mia, vaya lío!! dudas, dudas y dudas... esas que ya creías solucionadas vuelven a la carga cuando se acerca el momento. Quizá lo veías tan lejano, tan difícil, tan imposible que era más fácil de llevar esa emoción por lo que vendrá. Ahora ya es una realidad, ahora tienes el cambio al alcance de tu mano y te tiemblan las piernas a la vez que esa risa nerviosa ilumina tu rostro y esas lágrimas por lo que queda atrás inundan tus mejillas.

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