jueves, 27 de marzo de 2014

Decide

Decidimos todos los pasos que vamos dando. No somos conscientes de ello y siempre echamos la culpa a la vida, a los demás, a cualquier cosa de todo lo que nos pasa. Realmente a veces es así; hay cosas que se escapan a nuestro poder, que no dependen de nosotros y contra lo que cuesta un poquito luchar. O mucho. Pero también es verdad que muchas veces viene derivado de pequeñas cositas que hemos ido decidiendo y no nos damos cuenta. Desde que abrimos los ojos al despertar ya estamos marcando nuestro camino, incluso desde la noche anterior cuando programamos el despertador. La simple decisión de levantarnos cinco minutos antes o después ya marca nuestro día. De ello depende la gente con la que te vas a cruzar por la calle, el vagón de metro en el que vas a subir, si vas a levantarte tranquilo y relajado y vas a poder disfrutar del trayecto o bien tu día ya empieza como una carrera de obstáculos. No creas que todo va a ir sucediendo igual pero más tarde, el tiempo no va a transcurrir de forma proporcional. Cinco minutos de más en la cama no tiene porque ser llegar solo cinco minutos más tarde a cualquier sitio. Quizá en ese período de 300 segundos varía la frecuencia de llegada del metro o has perdido el tren que debías coger y el siguiente pasa bastante rato después. Incluso si vas en coche o moto depende como encuentres el primer semáforo en tu camino puede cambiar las paradas que tengas que hacer hasta llegar a tu destino. Fíjate, una elección aparentemente tan absurda, todo lo que conlleva. Pues así cada pequeño detalle. 
Todas y cada una de las cosas que hacemos vienen precedidas por decisiones a menudo inconscientes. ¡Tenemos un poder tan grande en nuestras manos! y en absoluto lo valoramos. Creo que no queremos hacerlo porque tomar decisiones tiene repercusiones y pueden no ser tan buenas como nos gustaría y eso asusta. Hablamos de lo que nos querríamos que pasara o quisiéramos tener pero no queremos pararnos a pensar que mucho de eso depende de nosotros. Tener el poder de decidir sobre nuestra vida en el fondo da miedo. Es una grandísima responsabilidad y las responsabilidades a menudo no nos gustan, supongo que por el motivo que comenté antes, es más fácil echar la culpa a los demás que tener el peso de una mala decisión en nuestra consciencia toda la vida.Ahora la pregunta sería ¿hay malas decisiones? quizá no. Cada cosa hay que valorarla en su momento si no no tiene sentido. Quizá un día mires atrás y creas que aquello lo podías haber hecho de forma diferente pero ya sabemos que a toro pasado... no vale la pena recrearse en eso, es como pensar : ¿y si?. Pues, si lo que fuera, quizá tampoco hoy tendría sentido. Nunca lo sabrás. Solo sabes lo que hay ahora, solo sabes lo que ahora necesitas y lo que ahora te puede hacer feliz, el mañana ya vendrá. No tienes el poder de saber como será tu futuro dependiendo de la decisión que tomes hoy, solo tienes el poder de tomar decisiones. El futuro está en tus manos pero empieza por tu presente.

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