martes, 6 de febrero de 2018

Gotas en mi rincón

Un día más y fuera sigue lloviendo. Lágrimas que riegan el escenario de vidas y sueños, parte del atrezzo de tantas obras en pleno estreno, de tantas otras que repiten función un día y otro más y otras muchas que ponen punto y final a una temporada de éxito o no. Muchos horarios, repetir el papel una y otra vez esperando que cada vez salga mejor pero sabiendo cual es el guión. Estudiado, controlando la situación y tomando las riendas de esas vidas ficticias, metáforas de una realidad paralela. También hay funciones improvisadas que solo unos cuantos se atreven a representar, solo unos cuantos vencen el miedo a ser juzgados por sus actos imprevistos sin notas previas, sin ensayos ni orden de "corten" que se conviertan en tomas falsas antes de un nuevo golpe de claqueta. Gotas que bañan historias porque así se ha decidido. Alguien lo escribió mientras visualizaba el resultado en su cabeza esperando conseguir la escena romántica de reconciliación más bonita antes vista o quizá el escenario de un crimen o momento de terror tan típico en el que siempre es oscuro o la tormenta llega y nuestro protagonista corre bajo ella sin más arma que el miedo, la rabia y el instinto de supervivencia. Los más atrevidos pintarán la lluvia en la escena de sexo más salvaje entre dos personas desconocidas que no han podido apartar la mirada desde que se han encontrado y, sin palabras, se han citado en el callejón más cercano.
Sigue lloviendo aquí en éste, el mundo real. ¿Real? eso creía Truman también. Decorado o naturaleza, todo está mojado. Cuando hay una tregua y escampa durante un momento, la presencia del agua sigue en cada gota que se había posado en lo que encontraba en el camino de su descenso hacia el suelo. Ahí están, aferradas a las hojas de los árboles como lágrima tímida que no quiere salir del ojo. Pequeños cristalitos que individualmente son nada pero se unen con cientos de millones más para formar esa cortina que me parece tan mágica como todos los elementos de la naturaleza. ¿Cómo ha sido tu vida gotita? ¿de dónde vienes? ¿a dónde vas ahora? sabes que tus minutos están contados, en breve desaparecerás y no serás más que un recuerdo de un día de lluvia o ni siquiera eso porque tú sola eres tan insignificante... ¡qué paradoja! tan hermosa e importante y tan insignificante a la vez. Parece que muchos la admiran, se le han dedicado poemas y canciones, es protagonista en pinturas infantiles, necesaria en las vidas, imprescindible para la vida...  pero solo es una gota más que danza entre otras creando todas un espectáculo tan triste como maravilloso.
No sé si sigue lloviendo o eso que oigo es mi corazón desbordado de pena. Me imagino esa gota deslizándose por un pétalo luchando por no caer y sin embargado parece tan cómoda ahí posada... Que efecto produce tan tierno, tan simple como todas las pequeñas cosas que al final son las más grandes y verdaderas. Sola. Sola en la flor más bonita, pero sola empeñada en no caer y sin embargo, por más que luche todo sigue su curso y su fin está en no estar. Era otro complemento más de la escena y la obra terminó.


gotas en mi rincón
momentos de gotas en mi rincón


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