Es tan fácil sonreír y lo hacemos tan poquito...
Valoramos muy poco algunas pequeñas cosas en apariencia sin importancia pero que son la esencia de nuestra vida, la base de la felicidad...después de un día de dolor siempre disfruto más el siguiente, quiero cogerlo con más ganas pero dura poco, suelo olvidar rápido lo malo. Eso creo, porque en realidad no olvido, todo queda registrado y tarde o temprano sale de una forma u otra; por suerte esto es algo que también estoy aprendiendo. Pero volviendo al tema, valoramos tan poquito todo lo que tenemos y sobretodo se le da tan poca importancia a la salud... cuando me encuentro mal siempre pienso en eso, en la suerte que tiene mucha gente y lo poco que se dan cuenta incluso yo misma cuando estoy bien apenas soy consciente de ello.
No sé cómo se aprende ni como se consigue pero debemos valorar lo que realmente tiene valor y dejar a un lado esas cosas sin importancia que nos van minando día a día, alejarnos de esas personas que nos influyen negativamente y nos amargan el día. Valorar que el sol sale todos los días y cada uno de ellos estamos ahí para verlo. Valorar a los que nos rodean y nos quieren de verdad, esas personas que nos aportan tanto y están ahi para escucharnos cuando lo necesitamos, valorar el aquí y ahora. Estoy vivo y puedo contarlo. No hay mucho más que decir
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